COMO NADAR ENTRE TIBURONES (METÁFORA
PARA LA VIDA)
Interesante metáfora sobre el ambiente de
trabajo, la resistencia al cambio y la capacidad para salir airosos de los
peligros cotidianos.
Como nadar entre tiburones
En algunas ocasiones, por motivos de nuestra vida
laboral, nos vemos obligados a nadar en el mar que nos toca vivir y a veces nos
encontramos con el agua infestada de tiburones.
Hay que tener en cuenta que es una actividad que
no elegimos y que por lo tanto, tampoco disfrutamos con ella. Pero como
cualquier actividad solo se puede desarrollar practicando, en este caso en el
mar de la vida diaria.
Mientras nos hacemos expertos, ahí van algunas
reglas para sobrevivir.
Primera:Todos los peces no identificados son
tiburones
Hay que tener en cuenta que algunos tiburones no
tienen el aspecto de tales, y que algunos otros peces, se comportan como
tiburones, en determinados momentos de tensión o estrés. Por tanto suponga que
todos los peces que le rodean son tiburones, a no ser que ya haya comprobado
que no lo son. Tenga además en cuenta que en ausencia de sangre, a veces, hasta
los tiburones adoptan un comportamiento de mansos pececillos.
Segunda:No sangrar
Si usted resulta herido no debe sangrar. Sangrar
provoca un ataque aun más agresivo de los tiburones, e invita a participar en
el ataque a peces que no se comportan como tiburones en ausencia de sangre.
Si usted no puede controlar la efusión de sangre
no debe nadar entre tiburones, ya que la posibilidad de accidentes en ese
entorno siempre es muy alta. Además, cuando un tiburón ataca sin producir
sangre en su presa, se siente tan confuso que cesa en el ataque hasta aclarar
las circunstancias de tan extraño comportamiento. Esto
le dará el tiempo suficiente como para prepararse ante el próximo ataque.
Tercera: Contestar rápidamente a toda agresión
Los tiburones, cuando atacan, siempre realizan
una exploración precia de la presa. Es en esta acción cuando el nadador se debe
percatar de lo que se le avecina, y darle al tiburón una fuerte bofetada en el
hocico. Hay quien piensa que es mejor, en ese momento, congraciarse con el
atacante, Este tipo de personas son fácilmente identificables por la falta de algún
miembro.
Cuarta: Salga del agua si alguien esta
sangrando
Tanto si el que sangra es un nadador, como si es
un tiburon, salga inmediatamente del agua. La presencia de sangre produce un
comportamiento agresivo tanto en los tiburones, como en peces que solo en este
estado se comportan como auténticos tiburones. Aprovechan la confusión y el enturbiamiento
del agua para atacar todo lo que este cerca.
No tiene utilidad intentar rescatar a un nadador
herido, ya que esta acción casi siempre acaba también con el rescatador.
Quinta: Use correctivos anticipadamente
Esta actividad es conveniente realizarla
periódicamente para que el tiburón recuerde, en todo momento, la dificultad
que entraña atacar a un nadador experimentado.
El uso de correctivos debe hacerse con mucha
frecuencia en caso de necesidad de atacar, hacerlo sobre nadadores que suponen más
dóciles, al no haber usado correctivos anteriormente.
Sexta: Desorganice un ataque organizado
Generalmente los tiburones atacan aisladamente ya
que su comportamiento los suele llevar a tener una actividad solitaria en su
vida diaria. En cualquier caso, si se produjera un ataque organizado, no le
resultara difícil al nadador, introducir en un grupo de animales tan poco dado
a trabajar en grupo, algún factor disgregador, que incluso haga que se centren
el ataque entre ellos, olvidándose de
usted.
Además, esto le dará tiempo de huir y rearmarse
para el improbable próximo ataque. Para entonces algunos de los tiburones que
se organizaban habrán sido víctimas del propio grupo. Pero recuerde que no es ético dirigir al grupo contra otro nadador como
usted. Y sobre todo aprenda a reconocer las aguas mas infestadas de
tiburones.
Estas aguas se
suelen dar en entornos con mucha resistencia al cambio, con estructuras rígidas
y obsoletas, aguas donde abundan actitudes negativas y destructivas. Por lo
tanto, estas aguas, resultará extremadamente peligrosa para personas que intentan
poner en marcha cambios e iniciar mejoras.
Pero no se
preocupe, si ha aprendido a nadar entre tiburones, estos le dará un plus de valía
con cada ataque que sufra y del que salga ileso.
Nadie dijo que
innovar fuer fácil, ¿verdad?
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